#LA PROGRESIÓN CURVA

LA PROGRESIÓN CURVA

Avanzar no es siempre una linea recta


Avanzar no es siempre una línea recta. Progresar no necesariamente implica ir todo el tiempo hacia adelante. Crecer no es superar todos y cada uno de los obstáculos.  


Funcionamos con muchas creencias que hemos ido acumulando a lo largo de los años y que nos impiden tener un entendimiento real de las cosas. Esas creencias que nos dicen por ejemplo que nuestra vida tiene que tener una dirección  determinada, fija, estable, y qué debemos tener control sobre todo lo que nos ocurre, sabiendo a cada momento lo que hacemos.


Eso, a pesar de que suena muy bien, no se corresponde para nada con la realidad. A todos nos pasa que en algún momento de la vida no sabemos adónde vamos, no sabemos que pasa o el por qué pasa. Hay etapas que no acaba de funcionar nada y que, por más que lo intentamos comprender, no podemos tener la más remota idea si vamos por el camino correcto, si nos movemos en círculo o si tal vez nos hemos perdido para volvernos a encontrar más adelante.  


Aceptar una situación de incertidumbre nos permite afrontarla de una manera completamente nueva


En estos ultimas tiempos que nos ha tocado vivir como sociedad, intentamos explicar situaciones que escapan a nuestro entendimiento mental, y que por más que se intentan explicar, no dejan de ser situaciones caóticas. Aún así, no dejamos de oír más y más información al respecto que solo crea mas que confusión.


Pero, más allá de todo eso, lo que nos va pasando nunca puede ser el problema, es mas bien un indicativo de algo que hay que prestar atención.


El tiempo y los años nos pueden dar una cierta perspectiva de cómo nos va, pero la interpretación que hacemos con nuestra mente es siempre muy subjetiva, así que, no podemos acabar de fiarnos realmente de nuestros propios pensamientos. 


Lo que si es seguro es que todos son cambios, subidas y bajadas como los senderos de las montañas, idas y venidas como las olas del mar, movimientos de todo tipo que con los años cada vez vamos integrando, unos duros de llevar, otros casi imperceptibles, pero todos necesarios en este aprendizaje constante.  


Todos los cambios en sí mismos definen nuestra vida. 


Y aunque muchos cosas que nos ha pasado nos hubiera gustado que nunca ocurriesen, o tal vez queremos que pasen rápidamente, muchos llevan su tempo y escapan completamente a nuestro control. Unos hechos que ponen verdaderamente a prueba nuestro nivel de paciencia en el mundo de la rapidez.

No obstante, algo que nos puede ayudar es ver que esos mismos cambios que nos ocurren se dan también en los demás, no somos los únicos. También, que esos mismos cambios los podemos observar en la naturaleza, en el viento, el mar, la tierra, los animales, los vegetales, sus raíces -Precisamente, una cualidad de los árboles es que sus troncos parecen rectos pero son ligeramente curvos para soportar mejor los temporales-


Esa progresión curva que nos ha llevado hacia donde estamos ahora, tampoco tiene que ser tan transcendental por que eso nos lleva a una especie de búsqueda de perfección que en realidad no existe. Tampoco tiene porque llevarnos hacia ningún sitio en concreto, cuando lo Importante es dejarse llevar y disfrutar cada vez más del momento y del aprendizaje que nos lleva a un nivel más profundo. 


Desde ahí es donde estamos preparando mejor el terreno para desenvolvernos mejor en cualquier tipo de situación, incluidas no solo las que tienen que ver con el mundo interior del crecimiento personal o espiritual, sino también con el mundo de las relaciones, el laboral o el empresarial.


Progresar es integrar todo, y lo que más cerca tenemos para ponerlo en práctica es nuestra propia experiencia. Desde ahí, podemos dejarnos atrapar por todo lo que nos sucede, sea lo que sea, y vivir el momento intensamente desde nuestra atención.


Una imagen que aparece en mi mente de la progresión es algo así como la del crecimiento invisible de un árbol.  Poder cerrar los ojos y abrazar ese árbol, lentamente mirar hacia arriba, ver cómo todas sus ramas curvas se mueven a cámara lenta por el espacio y sentir cómo vibran las hojas con el viento. Contemplar cómo baila todo ese árbol al son del entorno buscando el cielo, del cual -seguro- se ha enamorado completamente. 


Y cuando vas poniendo atención, pasa que estás tan metido en la que te sucede que no quieres perderte nada, a cámara lenta, como cuando ves una película que te deja completamente atrapado. En ese momento te da igual que esa película sea un drama o una comedia. De alguna manera, conseguimos parar el tiempo, ese tiempo que me exigía hace un momento preguntarme un montón de cosas, analizar inconvenientes, buscar soluciones.  


Ahora solo existe esto, y aquí no hay nada más que esto. Vida. Aventura. Disfrute. Dolor. Ansiedad. Desesperación. Yo y esto que sucede.


Cuando le ponemos conciencia a lo que no va pasando todo cambia, todo adquiere una dimensión más profunda ya que estamos invitando a nuestra mente a que está alerta y abriendo nuestros sentidos al mundo. Esto nos permite estar más vivos con los movimientos que suceden a nuestro alrededor e integrar más en lo que nos ocurre, y, de esta manera, poder entenderlo mejor.


Desgraciadamente, muchas de las situaciones del día a día y los trabajos nos imprimen mucho stress y no generan un ambiente propicio para ese proceso natural de la atención, pero esa inercia se puede cambiar.


Cuando podamos tener cierto tipo de dificultad para ponerlo en práctica en la vida cotidiana, podemos probar, por ejemplo, de rodearnos de entornos más tranquilos: Caminando por un sendero sinuoso de un bosque, notar el aire como entra por los pulmones, la cálida luz del sol reflejada en el rostro, el sonido relajante de los pájaros, el aroma intenso de la pinácea y el aire fresco. Empezar a relajarnos de verdad sintiendo todo el espacio que rodea la escena visual...


Integrar todos esos elementos -vistas, sonidos, texturas, olores, sabores- de una manera abierta, es una experiencia parecida a la imagen del cine, donde estamos atentos a lo que nos sucede pero al mismos tiempo nos es más igual lo que allí pase, dejándonos llevar por los movimientos del momento presente.


Sentir la experiencia de manera plena, simple y directa es una dirección que ponemos nosotros de nuestra parte con la atención, y que se ira manifestando poco a poco en todo. Y no solo en situaciones más tranquilas como en la naturaleza o cuando estemos solos en casa, sino en la muchas veces exigente jornada laboral o en entornos rodeados de mucha gente.


Viviendo el momento me puedo relajar siendo yo mismo, y en ese proceso, también permito relajar más la situación sea cuál sea la forma que esté tomando en ese momento. Ahí está el reto. Sin intentar cambiarla ni modificarla; sin pretender ser nada para nadie; sin esperar que los años me hagan mejor persona, más rico o espiritual; sin esperar no fallar a nadie; sin pretender tener una vida feliz en ojos de los demás… 

 

El momento me permite aceptar esa parte falible y humana que todos tenemos.


Y lo que nos acerca más a estar con nosotros mismos de manera natural es estar cada vez más consciente del momento presente. Dedicar tiempo a conocer partes ahí que sólo nosotros podemos llegar a conocer. Nadie más. Y cuando nos dedicamos ese tiempo, cuando nos regalamos atención a nosotros mismos, nada puede ir mal y podemos estar mejor preparados para cualquier cosa.


Las dificultades entonces pueden ser nuestro mejor aliado y no nuestro peor enemigo. Solo nosotros decidimos…


Si las dificultades aparecen, podemos aproximarnos a ellas de manera diferente, dejándonos guiar más por la intuición interior, que nunca nos engaña en ese proceso a relativizar más las cosas, a sentir más desde adentro, al amor sin reglas, sin mapas, sin dirección más que la que señala nuestro propio corazón, un camino que muchas veces esta lleno de curvas,  pero que es libre como la vida misma.


Usamos cookies propias y de terceros para el funcionamiento de este sitio web y el analisis de las visitas de los usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Puedes ver más informacion en nuestra pagina de politica de cookies.