Las historias nos acercan a la gente, nos hacen ver que tenemos vidas similares en el sentido que nos unen muchas mas cosas de las que nos separan. Nuestras vidas cotidianas son un fiel ejemplo de que los problemas, ilusiones y miserias de nuestro vecino, hermana o son la misma que las nuestras. Parece que se repite la historia...
No obstante, hay ciertas vivencias a lo largo del día que pasan desapercibidas que nos hacen sentir de veras a una dimensión mas profunda y abierta. Todos las tenemos cada día, es imposible no tenerlas…Y pasan desapercibidas porque tendemos a fijarnos sólo en las problemas y preocupaciones de la exigencia diaria, lo que, con el tiempo, nos previene de darnos cuenta que incluso, a pesar de todos los problemas que se nos puedan acumular, sigue habiendo esa experiencia que nos hace ser nosotros mismos...
Sentir conscientemente el caminar descalzo en la arena, el aire entrando en nuestro pulmones, la cálida luz del sol reflejada en el rostro, el agua que salpica los charcos en un día lluvioso, sentir el espacio que rodea nuestra panorámica visual… etc. Integrar todos esos elementos de una manera cercana, abierta y sencilla, es lo que podemos llamar la experiencia natural de formar parte de todo.
Por eso la invitación es a sentir, a tomar conciencia cada vez mas de ese tipo de experiencias que nos llevan de la mano a vivir de una manera totalmente nueva y a vivir la experiencia profunda.
En este apartado la intención es escribir ese tipo de historias ordinarias y cotidianas acerca de los lugares mas recónditas y bellos del planeta, Varanasi, Nueva York, Lima...